Cerca del Tajo, en soledad amena,
de verdes sauces hay una espesura,
toda de hiedra revestida y llena
que por el tronco va hasta el altura
y así la teje arriba y encadena
que’l sol no halla paso a la verdura;
el agua baña el prado con sonido,
alegrando la hierba y el oído.
Con tanta mansedumbre el cristalino
Tajo en aquella parte caminaba
que pudieran los ojos el camino
determinar apenas que llevaba.
Peinando sus cabellos d’oro fino,
una ninfa del agua do moraba
la cabeza sacó, y el prado ameno
vido de flores y de sombra lleno.
Garcilaso de la Vega
de verdes sauces hay una espesura,
toda de hiedra revestida y llena
que por el tronco va hasta el altura
y así la teje arriba y encadena
que’l sol no halla paso a la verdura;
el agua baña el prado con sonido,
alegrando la hierba y el oído.
Con tanta mansedumbre el cristalino
Tajo en aquella parte caminaba
que pudieran los ojos el camino
determinar apenas que llevaba.
Peinando sus cabellos d’oro fino,
una ninfa del agua do moraba
la cabeza sacó, y el prado ameno
vido de flores y de sombra lleno.
Garcilaso de la Vega
.-Con el objetivo de seguir incrementando la sección SENDERISMO URBANO inaugurada el mes pasado con la ciudad de Salamanca, nuestras compañeras Mercedes y Sara vuelven a traernos una propuesta en ciudad muy diferente a lo habitual. Recorre el patrimonio natural por excelencia de la castellano-manchega ciudad de Toledo: el río Tajo. Y lo hace a lo largo del sendero GR-113, donde la naturaleza de funde en perfecta simbiosis con el magnífico entramado monumental y artístico de las callejuelas de esta gran ciudad. Pero dejemos que sean nuestras compañeras, con sus palabras, las que nos expliquen este bello Sendero Urbano.
.-"Pues sí, siguiendo ya sana costumbre, un domingo acompañadas de mi hermano, el de la flauta y su familia, hicimos senderito... en la mismísima localidad de Toledo. Ciudad para descubrir paseando por sus callejuelas, siempre llenas de turistas...pero con otro Toledo para los amantes del paseo tranquilo... porque esta ciudad Patrimonio de la Humanidad, no existiría sin el Tajo--y sin sus leyendas--.
.-El GR-113 será el Camino Natural del Tajo, pues aún está en construcción y enlazará las provincias de Teruel, Guadalajara , Madrid , Toledo y Cáceres. Debe de estar bastante avanzado aunque yo no he encontrado información sobre él en la web. Pero la hoz del Tajo se puede recorrer, por una senda bien señalizada por la margen derecha del cañón. Aunque debe de poderse iniciar un par de kilómetros aguas abajo, en el campus de la universidad, nuestro recorrido comenzó en el Puente de San Martín --con su leyenda--
.-Construido a cargo del arzobispo Don Pedro Tenorio en el siglo XIV, salva la distancia entre las dos orillas con cinco arcos de los que destaca el central, apuntado y con 27 metros de altura y dos torreones hexagonales almenados en ambos extremos con un diseño defensivo muy estudiado para evitar el acceso por la fuerza. Descendimos hasta la orilla del cauce donde encontramos una casa que antiguamente era una pequeña central y donde vemos la presa que aprovechaba las aguas para generar energía.
.-Esta primera parte es sendero de tierra, con mucha sombra por el bosque de ribera, sauces llorones, álamos, adelfas y lugares preciosos para admirar la fauna avícola de la zona, así como el propio cañón. A nuestra derecha y en lo alto de los acantilados domina la ciudad, donde hoy se encuentra la Casa-Museo Victorio Macho, antigua cárcel en época romana. Estos acantilados son conocidos como la “Roca Tarpeya”, desde donde se obligaba a saltar a los reos condenándolos a una muerte segura--ver su leyenda--. En la orilla contraria, en lo más alto del cortado destaca la Ermita de Nuestra Señora de la Cabeza. Ver Toledo desde abajo es otra forma de disfrutarlo. En esta gran hoz, vamos encontrando restos de pequeños pilares a modo de islotes, restos de algún puente que pudo ser romano.
.-Unos 20 minutos después de iniciar la senda, sin contar las paradas para el disfrute de la naturaleza, el camino se encuentra ya todo él pavimentado, con zonas para el descanso. Bordeando el ancho río, hay fuentes y varios restos de antiguos molinos harineros que aún conservan parte de su infraestructura que bien merece unas paraditas para observar las compuertass y esclusas y disfrutar del rumor del agua. Estos molinos, con el paso de los años se usaron para producir energía eléctrica. En la otra orilla vemos un molino de construcción mucho más moderna y tras él, el Arroyo de la Degollada --con otra leyenda--.
.-Así, paseando por la zona llamada “Barco de pasaje”--con la leyenda La rosa de pasión escrita por Gustavo Adolfo Bécquer-- llegamos a la Plaza de la Retama, donde nos vuelva a sorprender la ciudad de Toledo que se acerca a la orilla del río, con la Torre del Hierro, situada al final de la calle del barco. Es una torre albarrana de la puerta del mismo nombre, del siglo XII. Su nombre parece ser se debe a las chapas de metal con que estaba forrada en su exterior para evitar incendios de asaltantes almohades y formaba parte del recinto defensivo que flanqueaba Toledo por el sur junto al río Tajo. Se situaba junto a la puerta que llevaba el mismo nombre -del Hierro- y que ejercía como primera aduana para los trajinantes, comerciantes y mercaderes que accedían a la ciudad en este punto tras cruzar el Tajo en barca. A partir del siglo XIV, se situó el "peso de la harina", producto que abundaba en la zona por la proximidad de los molinos.
.-Orilla del río, junto al embarcadero, disfrutamos de las ocas, patos y otras anátidas, que desfilan ante nuestros ojos haciendo ejercicios de “natación sincronizada” y...sorpresa, “la Barca de Pasaje” existe y se puede utilizar. Se trata de la barcaza que unida a un cable te pasa a la otra orilla gratuitamente. Allí, un cortísimo paseo nos permitió acercarnos al molino que habíamos avistado desde la senda. Desde este punto se puede subir a la ermita de Nuestra Señora del Valle por una empinada cuesta. Las vistas desde allí deben ser espectaculares, pero nosotros regresamos en la barca para seguir nuestro paseo, a pesar de que dicen en Toledo que si te quieres casar, al menos una vez la campanilla de la ermita tienes que tocar..
.-En la misma plaza, el sendero asciende por unas escaleras bordeando la Casa del Diamantista. Un lugar misterioso. Durante siglos, se denominó Casa del Tinte del Barco, datándose los restos más antiguos en el siglo XVI, pero en el siglo XIX vivió el orfebre Don José Navarro que hizo la corona real de Isabel I --casa y corona con su leyenda--. Edificada sobre las rocas del río con una galería sobre las aguas. En la actualidad alberga la Escuela Taller de Restauración de Toledo.
.-Sobre sus tejados continua nuestro paseo ahora por un voladizo construído a media altura sobre el escarpado cañón: es la Senda de Cabestreros, llamada así por ser antiguamente una senda frecuentada por animales. Este último tramo también forma parte de la Ruta del Quijote, por lo que lleva doble señalización. En la orilla opuesta se divisa la Academia de Infantería y uno de los pilares en ruinas del arco que parecería formar parte de un antiguo puente romano. Otra sorpresa de este Toledo desconocido: son las restos del que fuera Acueducto Romano con el que se abastecía de agua la ciudad. Obra que merece una información pormenorizada aparte.
.-Llegamos al nuevo puente de Alcántara desde el que las vistas del auténtico puente de Alcántara son excelentes. Continuamos por la misma margen derecha , ahora ya por la acera de la Ronda de Juanelo. Nombre debido a que a nuestros pies se se encontraba el “artificio de Juanelo” un mecanismo de ingeniería construido en 1568 por Juanelo Turriano y capaz de elevar desde el río hasta la ciudad, salvando unos 100 metros de desnivel y utilizando la sola fuerza del agua, unos 17.000 litros diarios del líquido elemento. Desmantelado y demolido, hoy solo vemos sus restos.--Y en este tramo, otra bella leyenda escrita por Juan Moraleda y Esteban: Leyenda del Cristo de las Agua--.
.-Nuestros pasos se dirigen hacia el torreón que protege la puerta occidental del Puente de Alcántara --del árabe القنطرة al-qanţaratu, "puente"--. Era uno de los puentes que daba entrada a la ciudad y era en el medievo entrada obligada para todo peregrino. En el lado izquierdo y a la altura de los ojos, una inscripción tallada en piedra da fe de ello: “Son libres de Portazgo los vecinos de Toledo, y sus montes y de los lugares de su jurisdicción”. En el otro lado, otra puerta fortificada, ésta construida en época medieval. Y en lo alto sobre el cerro, el castillo de San Servando. Su origen es casi habitual en Toledo, primero fue fortaleza romana, iglesia visigoda, castillo musulmán y a partir del S. XIV, se levantó ya este castillo. Ahora es un albergue juvenil.
.-Y el GR-113 continúa, cruzando el Puente de Alcántara, por la margen izquierda del Tajo, camino de Aranjuez. Nosotros volvemos sobre nuestros pasos cruzando el puente y entrando en la ciudad por la Puerta de Alcántara, en la muralla, de origen árabe como podemos observar por su arco de herradura y ascendemos como peregrinos medievos hacia el Zoodover, plaza emblemática y punto final de este sendero urbano de 3 km en la ciudad de las tres culturas".
.-Aquí tienes una muestra fotográfica del recorrido:
.-Aquí puedes disponer de las leyendas mencionadas en el relato:
.-Aquí puedes disfrutar con la lectura de tres historias reales vinculadas al sendero:
.-Fuente y fotografías: Grupo de Senderismo del barrio de Vistahermosa-Buenaventura.
2 comentarios:
.-Lo que he disfrutado con el relato y no me he movido de la silla.......¡¡en directo tiene que ser la leche!!
Saludos.
Animo a todos y todas a buscar lugares diferentes en sus vivitas urbanas. Siempre puedes encontrar naturaleza...
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