.-Un pozo de nieve es un pozo excavado en la tierra con muros de piedra e incluso con techo, que dispone de aberturas para la introducción de la nieve y posteriormente la extracción del hielo. Se construían preferentemente en la umbría de un cerro y orientados al norte para conseguir la mayor sombra y aireación posible. Su utilidad, cuando se desconocían las neveras, congeladores o arcones, era bien simple. Se trataba de llenarlo de nieve en invierno, tratar de mantenerla sólida hasta el verano para, a lomos de caballerías, ‘exportarla’ a dónde la necesitasen y pagasen por ella.
Pozo de nieve con techo.
.-Por la noche, en cántaros y serones protegidos con helechos, se llevaba nieve de las montañas a tierras de secano en donde se guardaba la nieve en pozos.
Según consta en escritos de Galeno, Hipócrates y Dioscórides, ya en la antigüedad existían instalaciones para almacenar hielo y nieve. Hay tratados en los que se indica que en Mesopotamia, en el 3000 a. d. C. ya se hacía acopio de nieve. En España fueron los árabes los que potenciaron el almacenamiento y uso de la nieve para conservar carnes y pescados, para refrescar bebidas, fabricar helados y para usos medicinales. Los trabajos en los neveros comenzaban en primavera después de las últimas nevadas. Cortaban la nieve con palas y la llevaban a los pozos de nieve, donde la prensaban para convertirla en hielo. Al pisar la nieve ésta se compactaba con doble finalidad: para disminuir el volumen ocupado y para que se conservara más tiempo en forma de hielo. Después se cubría con tierra, hojas, paja o ramas formando capas de un grosor homogéneo.
.-Ya en verano, se cortaban bloques de hielo que eran transportados a lomos de bestias de tiro--caballos o burros--durante la noche para evitar que se derritiera, hasta los puertos y núcleos urbanos más cercanos donde eran comercializados. La dureza del trabajo debía ser impresionante. Los neveros--trabajadores de la nieve--no disponían de abrigos y calzado moderno, y trabajaban en condiciones de frío intenso acumulando la nieve en los pozos.Existían pozos de montaña, en las zonas en las que nevaba; pozos urbanos y pozos rurales.
Recreación del trabajo de los neveros.
.-La floreciente industria de la nieve dio empleo a mucha gente y originó una amplia red de intermediarios entre quienes recogían la nieve y los consumidores en las villas y ciudades: estaban los ‘boleros’ que recogían la nieve en los ventisqueros, los ‘guardas’ que vigilaban y controlaban las sacas de nieve de la sierra, los ‘arrieros’ que transportaban la nieve a las poblaciones, los ‘neveros’ que eran los encargados o propietarios de los pozos que vendían el hielo a los consumidores; y los ‘arrendadores’ de las Rentas Reales que cobraban los impuestos.
Pozo de nieve excavado en suelo, tras una restauración.
.-Nuestros antepasados más viejos todavía recuerdan tener que ir a comprar barras de hielo para alimentar las primeras neveras domésticas. Con la aparición de la producción de hielo en forma industrial y posteriormente de los frigoríficos domésticos, se evita la dependencia de la meteorología. Quedaron entonces obsoletos los almacenes de hielo y de nieve, así como las técnicas de recolección, almacenaje, extracción y transporte,......pero perpetuos en la memoria colectiva del pasado, del presente y del futuro para todos aquellos que en las salidas naturales podemos seguir disfrutando del duro trabajo de hombres y mujeres.....para ellos, este homenaje.
.-Fuente: Grupo de Senderismo del barrio de Vistahermosa-Buenaventura.
2 comentarios:
Pues si señor, yo me acuerdo de pasar por mi pueblo, en la meseta castellana de Zamora vendiendo el hielo y no soy tan vieja.
Enhorabuena por el trabajo. Me ha encantado, especialmente lo relativo a los trabajos alrededor de este bien, ahora tan familiar, pero antes tan escaso.
Comentarte que en Salamanca capital subsiste un pozo de nieve, a los pies de la muralla medieval en el paseo de Rector Esperabé
Eduardo
Publicar un comentario