La nieve está en mi corazón
como el silencio en las habitaciones
de los balnearios:
densa y profunda, indestructible.
La nieve está en mi corazón
como la hiedra de la muerte
en las habitaciones donde nacimos.
Y el tiempo huye de mí
con un crujido dulce de zarzales.
Nieva implacablemente
sobre los páramos de mi memoria.
Es ya noche entre los blancos cercados.
Cuando amanezca, será ya siempre invierno.
Julio Llamazares, en La nieve está en mi corazón
como el silencio en las habitaciones
de los balnearios:
densa y profunda, indestructible.
La nieve está en mi corazón
como la hiedra de la muerte
en las habitaciones donde nacimos.
Y el tiempo huye de mí
con un crujido dulce de zarzales.
Nieva implacablemente
sobre los páramos de mi memoria.
Es ya noche entre los blancos cercados.
Cuando amanezca, será ya siempre invierno.
Julio Llamazares, en La nieve está en mi corazón
.-Magnífico fin de semana, el que pudo disfrutar el Grupo Senderismo Vistahermosa, el pasado 4-6 de mayo de 2012 y que les llevó a realizar dos rutas de senderismo y un agradble paseo botánico que comenzamos a relatar en el día de hoy. El Espacio Natural donde se desarrollaron las actividades de ocio y entretenimiento no fue otro que la Reserva Natural del Valle de Iruelas (Ávila), donde se visitó un elemento ya casi desaparecido de la arquitectura tradicional: Pozo de la Nieve; se realizó una magnífica incursión en el Barranco de Cambronal y se disfrutó de una pequeña lección de botánica a través de un paseo por una senda habilitada al efecto. Y como siempre que se comienza, toca el uno, es decir, la primera de ellas, realizada el sábado 5 de mayo y que nos llevó al Pozo de la Nieve, una antigua construcción donde se conservaba nieve en forma de hielo para consumir en verano. Comienza en el mismo Puerto de Casillas, aunque la imposibilidad de acceder a él con vehículo convencional, nos obligó a partir unos cuantos kilómetros atrás en la pista que conduce a esta línea divisoria, por lo que la ruta quedó ampliada en distancia, gratamente compensada por la belleza de la subida y las vistas que se pudieron disfrutar, configurando todo ello, una magnífica marcha que pasamos a relatar a continuación:
.-Nos internamos con el coche, como hemos indicado anteriormente, todo lo que pudimos hasta que la pista que accede al Puerto de Casillas se hizo intransitable y nos obligó a aparcar en un lugar acondicionado para ello, de tal forma que desde allí y ya camino adelante, alcanzamos a los largo de una pista forestal, el límite que marca la divisoria del puerto, donde una piedra tallada en forma de pentágono marca los límites del la Reserva Natural del Valle de Iruelas. Desde este punto, y con vistas al embalse del Burguillo--espectaculares nunca mejor dicho--la senda parte a levante junto a un cartel que indica el tiempo aproximado necesario para realizar la marcha, ascendiendo ligeramente, hasta adentrarse en un pinar con árboles de pequeño porte.
Alto del Puerto de Casillas, límite de la reserva al Sur.
.-Los helechos, bajo los pinos y otras especies vegetales, anuncian las condiciones de humedad de la zona. El camino describe una amplia curva a la izquierda, atravesando un claro y abandonando el pinar de forma momentánea. En estas zonas desarboladas, el piorno domina claramente la vegetación, donde su porte almohadillado indica la adaptación a las duras condiciones ambientales de las zonas cumbreras. Caminados unos 1000m y antes de dar una curva de casi 90º a la derecha, descubrimos las primeras piedras labradas por los hielos. Este punto sirve como mirador sobre las impresionantes vistas que nos ofrece la Reserva Natural, con los valles tributarios del río Alberche, el embalse del Burguillo, el Puerto de Casillas, la Pizarra y el Cerro de la Escusa.
La senda del Pozo de la Nieve, se interna en extensos pinares.
.-Conforme avanzamos, el pinar es cada vez más abierto, aparecen los primeros prados tapizados de cervuno en pequeñas vaguadas. La vegetacióne n estas zonas se enriquece con otras especies indicadoras de la presencia del agua como brezos y sauces. A unos 1700m del inicio, el paisaje cambia sutilmente. las grandes piedras y bloques graníticos cincelados por el hielo son más frecuentes. El erizón gana espacio al piorno en su disputa particular por el terreno. En los días claros, la panorámica que se abre a nuestra izquierda, nos descubre toda la hermosura de la reserva.
Panorámicas de infarto, son las que ofrece la Reserva.
.-Transcurridos unos 2,7 km, en una amplia curva a la derecha, se divisan entre dos cerros las praderas del Pozo de la Nieve, unos llanos colgados en la ladera. Descendemos ligeramente, siguiendo la falda del Cerro de las Casillas que queda anuestra derecha, para salvar el arroyo de las Casillas y alzanzar las praderas. Los afloramientos rocosos que presiden las cumbres se mezclan con los piornos, hasta que, una clara franja de helechos, marca la línea de fractura del terreno donde escapa el agua recogida por la montaña. El amino discurre entre un verdadero bosque de helechos. Por debajo de éstos, las praderas y los trampales marcan los rellanos, donde pace el ganado.
El agua aprovecha las fracturas del terreno para abrirse camino
.-El camino sigue ya en su tramo final entre prados y pequeños rodales de arbustos rastreros, unos 800m, hasta llegar al Pozo de la Nieve, una sobria construcción de piedra para almacenar la nieve caída por estos lares para su posterior utilización. Una panel indicativo explica tanto el proceso de construcción como todo el conjunto de acciones encaminadas a la traída y almacenamiento de la nieve, derivando posteriormente en los usos y utilizaciones por parte de la población de la zona. La factura de la construcción es impresionante, con dos secciones perfectamente diferenciadas, la destinada al ganado y los pastores y la propia del almacenamiento de los neveros, los cuales eran llevados al pozo haciendo uso de las pendientes de las laderas que desde las más altas cumbres bajan a las praderas donde se asienta el pozo.
Espectacular interior, el que muestra el Pozo de la Nieve
.-No hay ganas de irse de este lugar, y no sólo por la construcción en sí, sinó por las inmejorables vistas que desde este lugar se disfrutan, tanto, que hasta el propio distrito financiero de la capital de España--con sus emblemáticas torres al cielo--son observables sin necesidad de ningún instrumento óptico. Lo dicho, que mejor lugar para descansar después de una moderada subida y como no, para disfrutar de la siempre necesaria comida senderista. Tiempo de debate, intercambio de impresiones y vuelta rapidita desandando lo andado pues la climatología empezaba a ponerse seria y la amenaza de lluvia era más que patente.
Sin prisa pero sin pausa, que la lluvia está cerca
.-Sin prisa pero sin pausa, grabando imágenes y panorámicas en la memoria, descendemos hacia Puerto de Casillas y desde allí al punto de inicio de ruta, en la pisat forestal de acceso al puerto, donde tras 16 km de magnífica marcha senderista, dimos por finalizada esta ruta con un buen brindis y unos dulces de la zona, por eso de que no nos baje el nivel de azúcar y por tanto de energías. En definitiva, una ruta muy completa que auna flora, fauna geología , bilogía y el símbolo de la misma, un homenaje de la naturaleza a un oficio ya en el recuerdo, el que estuvo vinculado a los Pozos de Nieve y que recomendamos como siempre, a todos aquellos que visiten esta maravillosa Reserva Natural del sur de Ávila.
De lujo chicos, la subida.........y la bajada
.-Aquí tienes una magnífica galería fotográfica de la ruta:
.-El track de la marcha senderista en:
.-Esta fotografía aérea te puede ser útil:
Ruta PR-AV-21 Pozo de la Nieve (Ávila)
.-Este mapa topográficos te puede ser útil:
Topográfico ruta PR-AV-21 Pozo de la Nieve (Ávila)
.-Fuente y fotografías: Grupo de Senderismo del barrio de Vistahermosa-Buenaventura
2 comentarios:
Gracias por exponerla también y por los mapas de la ruta... esperamos visitar la zona, asique recurriremos a ellos.
Saludos y a seguir así.
Gracias a Pili y a Fer por darnos a conocer este sitio tan precioso, no me cansaré de decirles que hay que repetirlo para el año que viene porque yo creo que todos nos quedamos con ganas de más, daba igual para donde miraras porque si desde las alturas la vista era impresionante, como diría una compañera mía, para describir el valle, no tengo palabras...Y por supuesto, no se les puede agradecer más todas las molestias que se tomaron para buscarnos alojamiento. Recuerdos a la culebrilla.
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